Frank Gehry presentó un proyecto para localizar el Museo Guggenheim en el lugar de Txomin Barullo que fue rechazado en el pleno municipal
La vuelta a casa evoca recuerdos de todo tipo entre los nobles comparseros de Txomin Barullo. Para algunos se trata de un lugar sagrado donde hicieron sus primeros pinitos en el arte de la hostelería barullera. Para otros, lo más importante es volver a compartir pista de baile con las vecinas de toda la vida, aunque este año vengan algo cambiadas al montaje, seguramente por la crisis que supuso la separación de los últimos años. Otros, simplemente deliran a consecuencia de los vapores de la pintura acrílica.
Sea lo que sea, este lugar tiene algo especial, y ese algo es que pertenece a Txomin Barullo. De hecho, no son pocas las voces que opinan que una placa en el suelo debiera recordar el resto del año a quienes lo okupan cada Aste Nagusia. Es un clamor popular que llega a tal punto que se rumorea que Frank Gehry presento un primer borrador del Museo Guggenheim en el que lo situó en el actual emplazamiento de nuestra bien querida Txozna y el boceto fue rechazado en el pleno municipal.
No lo podemos negar, es una localización idílica, merecedora de unos grandes arrendatarios que le saquen todo el jugo. No hay comparsero que, sabio conocedor del potencial del lugar, no planee la colocación de una plataforma flotante en la ría donde poder reunirse a conversar y tomar café como es costumbre cada Semana Grande. Muy practico sería también la construcción de un puerto deportivo para que los comparseros pudieran desplazarse al reservado en yate directamente desde sus casas.
Corrección
En el articulo anterior, en la última frase, debe leerse "mira, esa es la de Txomin barullo, vamos a - tomar un té - al reservado!!". Les rogamos disculpen la confusión debida a complicaciones técnicas de última hora.
domingo, 12 de agosto de 2007
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